Lo que sucede con la
oposición, es como cuando a uno lo sorprenden siendo infiél.
Primero uno queda en shock, luego se hace el loco y por último,
empieza a negar y a culpar al otro, diciendo que lo sucedido es culpa
tuya y que todo ha sucedido porque algún enemigo montó una trampa.
Una serie de mentiras hilvanadas e increíbles. Nada, amigo mío,
todo apunta a que eres culpable.
Lo terrible de todo esto
es que el infiel es el candidato a la presidencia de la República
por la derecha venezolana. Se sabe que todos los candidatos
presidenciales hacen promesas que luego no pueden cumplir, pero en
este caso tan bizarro, el hombre de la oligarquía, tiene un plan
oculto, lo que para mi entender es más que una promesa un
compromiso. De esta manera Henríque Capriles Radonsky ha formulado
un programa neoliberal que promete no divulgar, que promete no es lo
prometido, pero que todos sabemos que nos tienen jurado aplicar. Un
acertijo incomprensible el de esta gente.La derecha esta obligada a ocultar sus intenciones, es imposible que su candidato logre el favor del pueblo si divulga sus verdaderas intenciones. Sabemos que hay una clase socio-política interesada en ponerle las manos directamente al gobierno para la explotación de las riquezas nacionales en favor de sus propios intereses particulares, esa clase no tiene que ver ni con el pueblo y ni siquiera con las bases de la militancia (que creo aun le quedan) de los partidos políticos que acompañan su propuesta. Su intención es bien conocida.
Otra de las mentiras que la derecha necesita negar, es que no vienen con ánimo revanchista. Capriles Radonsky ha sido el primer candidato presidencial en la historia que se ha dirigido directamente a los empleados públicos diciendo que no va a botar a nadie, ¿por qué lo hace? Porque sabe que su hipotético triunfo vendrá acompañado de un arrase de trabajadores del sector público, chavista o no, si no fuera así no hubieramos escuchado nunca la frase “no se donde te vas a meter cuando caiga Chávez”. Nunca he abrigado ninguna duda de que la derecha de llegar al poder en Venezuela destruirá todo lo que ha construído la revolución, aunque digan que no. Desaparecerán las misiones, junto a ellas desaparecerán todos los programas sociales que se han desarrollado.
PDVSA pasará a manos de unos cuantos favoritosy se repartirán la torta. No más ayuda al pueblo. Bueno eso no lo han negado.
La verdad es que jamás un político ha mentido tanto como la famosa Chayota. Y lo peor de todo es que ya él no dice palabras al efecto, ahora las negaciones vienen de Ramón Guillermo Aveledo, un siniestro personajillo, que ha sabido manipular los partidos de oposición y medra de ellos, como lo hizo antes con nuestro amado beisbol, que vivió su época mas sombría de la mano de ese señor. Hoy en día todos sabemos que un minúsculo grupo de políticos maneja, tras bambalinas, los hilos de la gente de la oposición.
Niegan la aplicación de un paquete neoliberal, pero siendo la antítesis del socialismo es innegable que su política económica sea la privatización, la disminución de estado, la eliminación de los planes sociales, el tufo neoliberal es demasiado fuerte.
Los venezolanos, hoy en día somos un pueblo conciente, sabemos discernir entre las políticas que benefician a la mayoría de la sociedad de aquellas que nos retrotraen el pasado. Lo peor de todo es que la aplicación de un paquete neoliberal, a estas alturas sería levantar la protesta popular. Por ello afirmo que ellos tienen que negar lo que quieren hacer, pero no pueden negar lo innegable.
Ahora es cierto que para aplicar ese plan, los escuálidos deben ganar el 7 de octubre, y eso es cosa menos que imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario