Fernando Guevara Herrera
Nota previa. El presente artículo se los mandé a los panas de aporrea, pero no lo han publicado.
Al comenzar a redactar
esto no sé si ponerme a buscar datos exactos y ser más científico
o apelar a las emociones y los recuerdos y ser subjetivo. Pero como
no soy científico y me mueven más las emociones y el amor, me voy
por ellas. Hace unos diez años estabamos sumergidos en una lucha por
la superviviencia, no de la revolución o del proceso, sino de la
vida. Veamos.
Los barrios de nuestras
ciudades y los más pobres pueblos del campo estaban habitados por
muchas personas que ni siquiera sabía leer o escribir, entonces vino
la Misión Robinson y ahora somos un pueblo libre de analfabetismo.
Los niños, los bebés
con padecimientos del corazón, morían o vivian con ese padecimiento
toda la vida, en todo caso sus padres y su familia tenían que hacer
el mayor esfuerzo y vender sus pocas cosas al mejor postor carroñero
para pagar una costosísima operación, aquí o en el extranjero para
sobrevivir y vivir una vida plena. Hoy tenemos mas de siete mil niños
salvados gracias al Cardiológico Infantil Dr. Gilberto Rodríguez
Ochoa.
Cuando los delincuentes
de gente del petróleo, Fedecámaras y la CTV, hicieron su “paro”
no se conseguía sardinas, pan, harina de maiz, ni un carajo, y todo
se puso carísimo gracias a la especulación de ellos mismos. Ahora
tenemos Mercal, PDVAL, Bicentenario y seguridad alimentaria.
Hace diez años, la
gente que compraba su carrito tenía que calarse una “cuota balón”
que inflaba hasta el cielo los precios de los carros y nunca
terminabas de pagarlo, hasta que esta revolución hizo una ley que
eliminaba la cuota balón.
Si usted compraba un
apartamento, sencillamente le clavaban algo llamado indexación o IPC
y si iba a pagar por su vivienda ochenta mil bolívares terminaba
pagando trescientos mil, y lo que le entregaban (varios años luego)
era una obra infinitamente inferior a lo que usted pensaba adquirir.
Si no era que los constructores se iban con la cabuya en la pata
robando su dinero y sus sueños. Ahora existe la Gran Misión
Vivienda Venezuela y si no le entregan lo que compró el gobierno
revolucionario interviene y hace que le cumplan.
En el 2002 y antes de
eso, no había manera de que el gobierno construyera casas
rapidamente, hoy en día, tenemos Petrocasas y convenios con Irán,
China y otros países hermanos y se construyen nuevas ciudades
socialistas, donde lo que debe imperar es el respeto por el prójimo.
Hace diez años teníamos
una limitadísima producción de libros y los mismos sólo se
conseguían en elitescas librerías y se publicaba era a los mismos
autores de siempre que se chupaban los recursos de la cultura. Ahora
en revolución, se publican millones de libros, se reparten gratis o
por un precio ridículo y se consiguen en las Librerías del Sur en
todo el país, además se publican obras de miles de autores que
jamás habrían podido llegar al público porque no tenían renombre.
Hoy en día tenemos la
Villa del Cine y todos los días hay una película venezolana en
cartelera, hace diez años, la mayoría de las cosas que veiamos en
la pantalla grande venían de USA y nos contaminaban la mente.
Venezuela no ganaba una
medalla olímpica desde 1984 y en Sidney 2000 no se ganó medalla
tampoco, sin embargo desde Atenas 2004, hasta Londres 2012 se ha
ganado medalla en cada uno de estos juegos, sin contar una serie de
triunfos en cientos de eventos deportivos.
Una decena de años
atrás la educación superior estaba destinada practicamente para las
élites de siempre, muy pocas personas de clases populares tenían
acceso a las univeridades. Hoy en día nuestro país tiene una de las
matriculas universitarias más altas del mundo.
¿Recuerda dónde tenia
que ir en el 2002 para hacerse una tomografía? Claro, a una clínica
privada y pagar un dineral, hoy en día tenemos los Centros de Alta
Tecnología para eso y más, además estan ubicados en zonas
populares y no debe pagar medio. Los médicos estan ahora en los
barrios y en las universidades, gracias al programa de medicina
social, se vuelve a hablar de atender a la salud de la gente y no de
hacer dinero. Parece que algo esta haciendo efecto dentro de las
univeridades.
Dos quiquenios atrás ni
esperanza había de ser pensionado por el Seguro Social, hoy cientos
de miles de hombres y mujeres en edad de descansar pueden vivir algo
más tranquilos pues de manera segura cobran completa su pensión.
La verdad es que también
hemos cometido errores y fallado en muchas cosas y por ello debemos
ser autocríticos, me quedan mil cosas más que escribir y el
resultado es el mismo, lo mejor que nos pudo haber pasado es la
llegada de la revolución por la voluntad del pueblo y lo mejor que
nos puede pasar es que el Presidente Hugo Chávez siga al frente de
la revolución. Viviremos y venceremos.
@guevarafernando
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