sábado, 10 de noviembre de 2007

CHÁVEZ Y EL BORBÓN

CHÁVEZ Y EL BORBÓN

Fernando Guevara Herrera

No sé ni como empezar estas palabras… Pienso que podría pensar El Libertador. Pero también que podrían pensar los grandes hombres de este continente, empezando por nuestros pobladores originarios…. Coño, que nos llenamos de orgullo por Hugo Chávez, eso es lo que pienso, carajo!.

Es que a este Borbón se le olvidó que hace 200 años se acabó la fiesta que tenían explotando nuestras tierras, que ahora intentan rehacer con el capital que representa el descendiente de Fernando VII. Sí, porque es eso lo que hace este monarca. Representa los intereses de los conglomerados económicos españoles.

Le dijo al zambo de Chávez que callara, pero luego Daniel Ortega le dio duro y Carlos Lage también. Los de este continente digno, lo callaron, es más lo corrieron. El rey, salió de la sala con la corona entre las piernas. Como lo hizo su antepasado el Siglo XIX. Caramba, parece que además de heredar la corona heredó la cobardía.

Juan Carlos, ¿quién te eligió a ti?. Francisco Franco te puso la corona, un fascista. El primer fascista. Sería por eso que te enojaste. Pues Aznar es del partido de Franco. O sea Juan Carlos Borbón, eres fascista. Para que no lo olvides Chávez ha triunfado en once procesos electorales. Tú no has ido a ninguno, ni irás.

Aquí tenemos un pueblo digno, dirigido por un Presidente digno. Aquí tenemos nuestra propia soberanía. Nosotros somos el soberano. Aquí no manda un rey, menos uno como tú, descendiente de la corona que exfolió estas tierras y que lo intenta de nuevo. Pide perdón por lo que hicieron durante 300 años y más. Eso podría salvar su majestad indignidad.

sábado, 27 de octubre de 2007

Matar un inmortal.

Hay que ver que la bajeza no tiene límites. La bajeza y la canalla a veces sobrepasa el suelo y se sumerge en las profundidades del infierno, seguramente allí se sentirá más cómoda. La destrucción de la estela que homenajea al “Che” Guevara en el Pico El Águila no destruye nada. Y que esto no suene a contradicción. El Che dejó la vida, pero no abandonó el alma de los pueblos oprimidos del mundo y su legado continúa hoy vivo en todo el planeta, en el corazón de los que odian la injusticia, que combaten la miseria, que se conmueven con la esperanza de los pueblos. Así que dispararle a la estela que homenajea su paso por uno de los puntos más hermosos de la geografía venezolana no destruye nada. Construye. Edifica. Da vida al espíritu del guerrillero que abandonó lo que pudo ser una cómoda vida burocrática en Cuba y fue a combatir al lado de los pueblos del África y de América. El Che vive. Cómo le duele eso a los traidores.

La Soberanía, herramienta popular


Fernando Guevara Herrera

Regularmente debemos utilizar un diccionario para determinar el significado de algunas palabras. Esto se debe hacer especialmente con aquellas que usamos constantemente y que nos hacen pasar por eruditos, quizás pensamos que los demás no conocen el significado de la palabra.
Esta es una de las herramientas más utilizadas por “intelectuales” que constantemente aparecen en los programas de televisión, intentando deslumbrar con palabras rimbombantes adornando ideas vacías y que es una constante de los políticos de oposición, con la cual engatusan a los venezolanos que no comulgan con las ideas y principios del proceso revolucionario venezolano.
Por eso decidí apelar al diccionario Larousse que nos define la palabra soberanía como, Estado del Poder Político de una nación o de un organismo que no está sometido al control de otra nación o de otro organismo. En el DRAE se define como, la que reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos. Curiosa esta última palabra.
Es entonces, un derecho, ya sea de un país, de una persona o de un grupo de personas y debe ser inviolable. La mayoría de los sistemas constitucionales del mundo consagran que la soberanía reside en el pueblo. La Constitución de Chile nos señala que la misma reside en la Nación, pero ya eso es asunto de ellos, lo digo aquí como un ejercicio de reflexión.
Nuestra Constitución nos ofrece una serie de herramientas para ejercer la soberanía, muchas y variadas. La primera, el sufragio. Mediante el cual nos damos soberanamente varias cosas, por ejemplo nuestros gobernantes. Mediante el sufragio ejercemos soberanamente el derecho de referéndum, consultivo, abrogatorio, o revocatorio. El referéndum, es una manera de ejercer la soberanía. Pero además nos da la iniciativa legislativa y constitucional, con las cuales podemos proponer leyes (o modificarlas o eliminarlas), enmiendas, reformas, convocar la asamblea constituyente y toda la gama de elementos contenidos en el artículo 70 de la Constitución.
En fin nuestra Carta Magna, nos da una importante cantidad de elementos para ejercer la soberanía, pero hay más. La obra del gobierno nos ha dado otros instrumentos no consagrados directamente en el ordenamiento jurídico para ser soberanos. La educación en masa a través de las misiones ha hecho que miles de venezolanos puedan acceder a la letra de la Constitución. Las misiones son uno de los mejores ejemplos de cómo el Estado le ofrece al pueblo otra manera de ejercer la soberanía. Con ellas se nos acerca la salud, la educación, la cultura, la alimentación, la ecología, directamente al pueblo, sin intermediarios y especialmente sin pasar por las estructuras burocráticas tradicionales, como lo propone el Presidente Chávez en su proyecto de reforma constitucional, que debemos hacerlo nuestro.
Por eso, y por la definición que el artículo 136 de la reforma hace de Poder Popular no dudo en calificar que el proyecto contiene elementos de genialidad. La aprobación de la misma por una aplastante mayoría y con una elevada participación nos brindará mayor Poder Popular y con ello acallaremos a los cipayos del imperio, que no saben que hacer, como siempre.