Una vez más debemos tocar el asunto de la soberanía con la demanda con la que ExxonMobil está atacando a Venezuela. Indudablemente que esta situación no tiene mucho que ver con indemnización, ni con el derecho que pudiera tener la transnacional, ni con el aspecto económico de dicha acción legal. Aquí el asunto es político. Es la estrangulación del país. Es el ataque al proceso político socialista que vive la patria. Es buscar la aniquilación del mismo sin importarle las consecuencias que pueda sufrir el pueblo venezolano.
Fíjense. En primer lugar la Agencia Reuters señaló un embargo por 36 mil millones de dólares. Primero no era embargo, era congelación de fondos. Segundo, no eran 36 mil millones, eran 12 mil y por último el presidente de PDVSA aclaró que solo tenían congelados 300 millones de dólares. Es decir, información falsa y manipulada. Este tipo de información refiere que definitivamente no es un asunto económico, como pudiera ser una acción legal, por incumplimiento de obligaciones, sino una acción política, que pretende destruir la industria petrolera venezolana y atacar la credibilidad del país y por supuesto la estabilidad política y financiera de la nación.
Otra arista de este asunto son las declaraciones que han dado algunos personeros de la oposición al respecto, son genuflexos a los intereses del imperio. Por el simple hecho de hacerle oposición al gobierno, caen en lo que yo no dudo en llamar traición a la patria. Hasta cuándo tenemos que aceptar que venezolano nacidos aquí, pero con la mente y el corazón allá, sigan en el papel de traicionar los intereses nacionales, solo por el hecho de no comulgar con el gobierno. Esto no es un asunto de chavismo y oposición, es un asunto de patria, en donde nos están atacando con artillería pesada. No nos invaden con bombas y soldados, sino con demandas, muy probablemente amañadas y manipuladas por la corte que dictó el fallo.
Aparte. Ustedes saben quién es ExxonMobil. Pues es una de las más poderosas compañías del mundo. Ha financiado infinitamente la política del presidente de los Estados Unidos, es de las empresas más inescrupulosas del planeta. Recuerden el Exxon Valdez, el gigantesco buque tanque que encalló en Alaska y que contaminó una de las zonas más hermosas del planeta y uno de los ecosistemas más ricos. Se comprobó que el capitán de este barco estaba borracho. Una de las cosas más insólitas que se produjo de este hecho, es que ExxonMobil demandó al gobierno de Alaska alegando que la indemnización que le impusieron, era excesiva y “que habían aprendido la lección” hay que ver semejante vagabundería.
Para finalizar, quiero resumir lo que significa este hecho. Primero, atacar la solidez y credibilidad de PDVSA y del Gobierno Bolivariano. Segundo, le da oportunidad a la oposición de aprovecharse de la circunstancia para crear inquietud y solazarse en este acto. Esto es traición a la patria. Tercero, se destaca la conexión directa entre esta empresa y el gobierno de los Estados Unidos para tratar de socavar la revolución venezolana. No volverán!.
lunes, 11 de febrero de 2008
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2 comentarios:
Me gusta mucho este artículo. seria buenísimo hacerle seguimiento a este caso por esta misma vía. Felicitaciones
gracias, trataré de continuar haciendo el seguimiento
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