sábado, 27 de octubre de 2007
Matar un inmortal.
Hay que ver que la bajeza no tiene límites. La bajeza y la canalla a veces sobrepasa el suelo y se sumerge en las profundidades del infierno, seguramente allí se sentirá más cómoda. La destrucción de la estela que homenajea al “Che” Guevara en el Pico El Águila no destruye nada. Y que esto no suene a contradicción. El Che dejó la vida, pero no abandonó el alma de los pueblos oprimidos del mundo y su legado continúa hoy vivo en todo el planeta, en el corazón de los que odian la injusticia, que combaten la miseria, que se conmueven con la esperanza de los pueblos. Así que dispararle a la estela que homenajea su paso por uno de los puntos más hermosos de la geografía venezolana no destruye nada. Construye. Edifica. Da vida al espíritu del guerrillero que abandonó lo que pudo ser una cómoda vida burocrática en Cuba y fue a combatir al lado de los pueblos del África y de América. El Che vive. Cómo le duele eso a los traidores.
La Soberanía, herramienta popular
Fernando Guevara Herrera
Regularmente debemos utilizar un diccionario para determinar el significado de algunas palabras. Esto se debe hacer especialmente con aquellas que usamos constantemente y que nos hacen pasar por eruditos, quizás pensamos que los demás no conocen el significado de la palabra.
Esta es una de las herramientas más utilizadas por “intelectuales” que constantemente aparecen en los programas de televisión, intentando deslumbrar con palabras rimbombantes adornando ideas vacías y que es una constante de los políticos de oposición, con la cual engatusan a los venezolanos que no comulgan con las ideas y principios del proceso revolucionario venezolano.
Por eso decidí apelar al diccionario Larousse que nos define la palabra soberanía como, Estado del Poder Político de una nación o de un organismo que no está sometido al control de otra nación o de otro organismo. En el DRAE se define como, la que reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos. Curiosa esta última palabra.
Es entonces, un derecho, ya sea de un país, de una persona o de un grupo de personas y debe ser inviolable. La mayoría de los sistemas constitucionales del mundo consagran que la soberanía reside en el pueblo. La Constitución de Chile nos señala que la misma reside en la Nación, pero ya eso es asunto de ellos, lo digo aquí como un ejercicio de reflexión.
Nuestra Constitución nos ofrece una serie de herramientas para ejercer la soberanía, muchas y variadas. La primera, el sufragio. Mediante el cual nos damos soberanamente varias cosas, por ejemplo nuestros gobernantes. Mediante el sufragio ejercemos soberanamente el derecho de referéndum, consultivo, abrogatorio, o revocatorio. El referéndum, es una manera de ejercer la soberanía. Pero además nos da la iniciativa legislativa y constitucional, con las cuales podemos proponer leyes (o modificarlas o eliminarlas), enmiendas, reformas, convocar la asamblea constituyente y toda la gama de elementos contenidos en el artículo 70 de la Constitución.
En fin nuestra Carta Magna, nos da una importante cantidad de elementos para ejercer la soberanía, pero hay más. La obra del gobierno nos ha dado otros instrumentos no consagrados directamente en el ordenamiento jurídico para ser soberanos. La educación en masa a través de las misiones ha hecho que miles de venezolanos puedan acceder a la letra de la Constitución. Las misiones son uno de los mejores ejemplos de cómo el Estado le ofrece al pueblo otra manera de ejercer la soberanía. Con ellas se nos acerca la salud, la educación, la cultura, la alimentación, la ecología, directamente al pueblo, sin intermediarios y especialmente sin pasar por las estructuras burocráticas tradicionales, como lo propone el Presidente Chávez en su proyecto de reforma constitucional, que debemos hacerlo nuestro.
Por eso, y por la definición que el artículo 136 de la reforma hace de Poder Popular no dudo en calificar que el proyecto contiene elementos de genialidad. La aprobación de la misma por una aplastante mayoría y con una elevada participación nos brindará mayor Poder Popular y con ello acallaremos a los cipayos del imperio, que no saben que hacer, como siempre.
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